Ya en Lisboa y los GNR nos comentan si queremos acompañarlos al Castillo de San Jorge en una visita rutinaria: ¡Ahí que vamos!
Se encuentra en el casco histórico de Lisboa, en el barrio Santa Cruz do Castelo en Porta de Sao Jorge, Rua do Chao da Feira.
Antiguamente se lo conoció como Castelo dos Mouros (¡ojo! No lo confundas con el Castelo dos Mouros de Sintra), pues se trataba de una fortificación musulmana reconquistada a mediados del siglo XII por Alfonso Henríquez, primer rey de Portugal, tras un cerco de tres meses y con ayuda de los cruzados. De ahí viene su nombre, pues muchos de ellos profesaban devoción al mártir San Jorge.
El castillo perdió su función militar y se convirtió en escenario de actividades cortesanas y en 1580 retomó su función militar, siendo utilizado como prisión. En 1910 fue declarado Monumento Nacional.
¿Quieren eran los cruzados? -Preguntamos-
San Jorge es un santo caballero en descendencia de San Miguel (el principal de los santos caballeros) y en unión con todos ellos Santiago Zebedeo.
¡Este año nos estamos encontrando al apóstol Santiago por todas partes!
Simplificando mucho y basándonos en Juan Eusebio Niremberg del siglo XVII, Cristo es dragón sin maldad, mientras que el demonio es dragón malvado (el mal, la serpiente maldecida en el Génesis).
En este sentido todo santo que en su hagiografía tiene el vencimiento de un animal maligno (el caso de San Jorge es obvio) se convierten en santos defensores del mal y las cruzadas se entendían como una lucha contra el infiel (los musulmanes eran la reencarnación en la tierra del demonio), por ello que se utilizaran estos santos.
Investiguemos sobre san Jorge y el dragón...
¿Te atreves a explicar la historia de san Jorge desde el punto de vista del dragón? ¡Ánimo!
Continúa a
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