Nosotros vamos a hacer el Camino Portugués a la inversa.
Es decir, de vuelta a casa. Desde Santiago de Compostela a Badajoz, por Portugal.
Esta ruta tomó relevancia, sobre todo, a partir del siglo XII, tras la independencia de Portugal. Su trazado hereda vías y caminos antiguos, como la Vía XIX, construida en el siglo I d. C., que unía Braga con Astorga a través de Ponte de Lima, Tui, Pontevedra, Santiago y Lugo, y que fue una de las
calzadas romanas más importantes, pues vertebró la Gallaecia. Una variante de este Camino por la costa cruza el río Miño por A Guarda y, siempre pegada al mar, confluye con la interior en Redondela.
El culto jacobeo ha tenido en el Camino Portugués un territorio fundamental para entender la verdadera dimensión internacional del fenómeno de las peregrinaciones. Esta ruta tomó relevancia, sobre todo, a partir del siglo XII —tras la independencia de Portugal, a mediados de la centuria—.
Nos vamos a permitir una pequeña licencia, el día 13 de mayo, vamos a parar en Fátima.
Sin embargo, la Guardia Civil no tiene jurisprudencia en Portugal, y por ello nos ponen en manos de sus homónimos lusos la Guarda Nacional Republicana (GNR). Los «guardiñas».
Pero, nuestros «ángeles verdes» no nos abandonan nunca y seguimos permanentemente en contacto con ellos. Si no nos pasa nada, a través de las redes sociales, pero si los necesitamos siempre están al otro lado del 062 y además trabajan codo con codo con los GNR.
La Guardia Civil nos explica que los «Guardiñas» se crearon el 3 de mayo de 1911, cuando la antigua Guardia Republicana fue renombrada como «Guarda Nacional Republicana» (GNR), una fuerza de seguridad compuesta por militares con una organización especial. Está constituida por militares organizados en un cuerpo especial de tropas y dotada de autonomía administrativa, y con jurisdicción sobre todo el territorio portugués.
Vamos...
¡que seguimos estando en buenas manos!
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